Es cierto, que en cada región de nuestro país, existen una serie de tradiciones a la hora de celebrar un acontecimiento como una boda. Desde la cantidad de platos del menú, muy frecuente en el norte de España los menús nupciales de tres platos, hasta la costumbre del corte de la liga y/o corbata, cada vez mas extinguida, pero todavía muy presente en algunas comunidades.
Una de las cosas que no cambia, es el tema del fotógrafo y dado que hablamos de una ciudad concreta, me centrare en el fotografo de bodas en toledo.
El arte de la fotografía, sobretodo en fotógrafos de ceremonias, tiene una gran rivalidad de profesionales. Un fotografo de bodas en toledo, ha de competir a diario con el resto de profesionales, algo en lo que ya no solo se tienen en cuenta el precio para la contratación, sino el nivel de calidad de sus trabajos, la visión que tenga el profesional sobre el acople de los protagonistas con el entorno y la creatividad del mismo en el montaje de sus reportajes fotográficos.
Un fotografo de bodas en toledo, no solo ha de conocer los rincones mas apropiados de la ciudad, sino tener presentes los diferentes aspectos para la elección o recomendación, de los lugares donde se realizara el reportaje.
Aspectos como la época del año, la climatología que se presenta en el día o las inquietudes de los protagonistas del reportaje, los novios, tienen que ser captados por el profesional y así han de estar reflejados en los proyectos que nos enseñen con el fin de que nuestra decisión sobre su contratación, se decante por el y no por su competencia.
Quizás uno de los aspectos que mas ha de llamarnos la atención a la hora de tomar esta decisión, es la naturalidad del trabajo, la inexistencia de fotografías forzadas. signo de la profesionalidad del fotógrafo
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